Los dispositivos móviles son cada día más completos y a la vez más complejos. Con la llegada de los primeros teléfonos cubrimos la necesidad fundamental de comunicarnos a distancia sin necesidad de permanecer en un lugar en concreto. A lo largo de los años, han ido apareciendo nuevos equipos más desarrollados y con ellos nuevas averías. Años atrás, los teléfonos solían ser más duraderos, no porque fueran mejores, sino porque su estructura solía ser más resistente al estar recubierta de plástico, lo que permitía proteger mejor sus componentes.
Sin embargo, con la llegada de las pantallas táctiles esto se vio dificultado pues ahora la estructura de la pantalla y del Smartphone en general, se compone en gran parte cristal. Con esto podemos concluir que en comparación los teléfonos del momento, son más frágiles que los modelos más antiguos.
Algunos modelos de teléfonos están diseñados para ser fáciles y económicos de reparar en comparación con otros. Entre todas las avería que se pueden reparar, destacan dos por encima del resto, siendo la primera la rotura de pantalla y la segunda los problemas en la carga de la batería. No son las únicas averías, existen otras posibles a las que están expuestos nuestros dispositivos móviles, algunas mucho más frecuentes que otras. Podemos destacar:
- Problemas en el conector de carga.
- Fallos en el auricular.
- Daños por entrada de agua o humedad.
- Problemas con la conectividad Wi-Fi o uso de datos.
- Rotura de la cámara delantera o trasera.
- Problemas con el altavoz.
Si a tu dispositivo le ocurre alguno de estos fallos, no dudes en ponerte en contacto con nosotros y te lo arreglamos.